Los antiguos y, hoy casi desaparecidos arroyos, es uno de nuestros mayores tesoros indicativos de una calidad de vida que cada vez es menor. Antes, por el cuidado al que se sometían, los arroyos eran muy largos y de cada fuente o manantial salía uno que generalmente se cruzaba con los de otras fuentes.
Recordamos el arroyo de la Tierra el Agua cuando bajaba hasta elpueblo y continuaba por el Barranco. O el de Valdecabañas que se unía al de Valdeanco y llegaban hasta la Veguilla donde se fusionaban con los de las Fuentes, el Horcajuelo (al que pertenece la foto), y el Horcajo. También había arroyos en Valderrobleo, la Tejera, la Fuente el Piojo, la Fuente Cajón, etc.
Hoy en día debido a las persistentes sequías y a la extracción de aguas subterráneas mediante pozos, el nivel freático del subsuelo ha bajado y las fuentes no tienen capacidad para producir estos arroyos que miles de veces nos han quitado la sed, ya que bajaban con un agua limpia y cristalina difícil de ver en la actualidad.
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